Santa Margarita María Alacoque

Santa Margarita María Alacoque

Santa Margarita María Alacoque fue una monja francesa que perteneció a la Orden de la Visitación de Santa María. Esta orden fue fundada por San Francisco de Sales en lay1567-1622, para promover el “ejercicio del amor divino” por medio de la visita a los pobres y enfermos, de ahí que sus hermanas reciban el nombre de “visitandinas”; aunque también son conocidas por el nombre de “salesas”, en relación con su fundador.

Vida de Santa Margarita María Alacoque

Santa Margarita María Alacoque nació el 25 de julio de 1647, en la aldea de Hautecour, que pertenece al territorio de Verosvres, ciudad cercana a Paray-le-Monial, donde se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón en la que Santa Margarita recibió las visiones del Sagrado Corazón de Jesús.

A los cuatro años Margarita hizo una promesa al Señor. Sintiéndose inspirada rezó:

“O Dios Mío, os consagro mi pureza y hago voto de perpetua castidad.”

A los 8 años, su padre falleció y la ingresaron en la escuela de las Clarisas Pobres de Charolles, donde a la edad de 9 años, hizo la primera comunión, cosa que en esa época no era muy común.

A los 10 años, Margarita cayó enferma y se vio obligada a volver a su casa. Preocupada por su situación de salud, buscó alivio en la Virgen Santísima y le prometió que, si le devolvía la salud, se haría una de sus hijas. Poco después de hacer la promesa, se curó por intercesión de la Virgen de forma milagrosa, y logró una profunda unión con la Santísima Madre de Jesús.

Dice Sta. Margarita:

“Recibí la salud, y una nueva protección de esta Señora la cual se declaró dueña de mi Corazón, que, mirándome como suya, me gobernaba como consagrada a Ella, me reprendía mis faltas y me enseñaba a hacer la voluntad de Dios.”

Margarita atravesó numerosas dificultades hasta conseguir lo que tanto ansiaba y no fue hasta el 20 de junio de 1671, cuando contaba ya con 24 años, que entró en el convento de la Visitación de Paray-le-Monial.

Transcurridos dos meses de postulantado, tomó el Santo Hábito el 25 de agosto de 1671 y su voto de profesión fue el 6 de noviembre, de 1672.

Escribió Santa Margarita ese 6 de noviembre:

“Yo vil y miserable criatura, prometo a mi Dios someterme y sacrificarme a todo lo que pida de mí; inmolando mi corazón al cumplimiento de todo lo que sea de su agrado, sin reserva de otro interés más que de su mayor Gloria y puro amor, al cual consagro y entrego todo mi ser y todos mis momentos”.

En la tarde del 17 de octubre del 1690, habiendo Margarita previamente indicado esta fecha como el día de su muerte, encomendó su alma a su Señor, quien ella había amado con todo su corazón. Contando con 43 años y 18 de profesión religiosa, Margarita María Alacoque abandona su cuerpo terrenal para elevar su espíritu hacia Nuestro Señor Padre y ahí permanecer para el resto de la eternidad.

Pasaron solamente tres años después de su muerte cuando el Papa Inocencio XIII empezó un movimiento que abriría las puertas a esta devoción. Proclamó una bula papal dando indulgencias a todos los monasterios Visitantinos, que resultó en la institución de la fiesta del Sagrado Corazón en la mayoría de los conventos. En 1765, el Papa Clemente XIII introdujo la fiesta en Roma, y en 1856 el Papa Pío IX extendió la fiesta del Sagrado Corazón a toda la Iglesia. Finalmente, en 1920, Margarita fue elevada a los altares por el Papa Benedicto XV.

Revelaciones de Santa Margarita de Alacoque

A los 26 años, tuvo Margarita la primera gran revelación del Señor. Encontrándose arrodillada delante del Santísimo Sacramento, la divina presencia de Nuestro Padre penetró todo su cuerpo, haciéndole sentir y ver todas las maravillas de su inmenso amor y secretos inexplicables de su Corazón Sagrado.

Unos dos o tres meses después de la primera aparición, se produjo la segunda revelación.

En lo que probablemente era el primer viernes de junio de 1674, fiesta de Corpus Christi, tuvo Margarita la tercera gran revelación. El Señor le describió a sor Margarita de qué forma se iba a realizar la práctica de la devoción a su Corazón.

En un primer momento, las autoridades religiosas tuvieron recelo de estas visiones hasta que, en los primeros días de febrero de 1675, el padre San Claudio Colombière (jesuita), habló con sor Margarita y creyó en sus revelaciones.

La cuarta y última revelación fue la más importante. Ocurrió durante la octava del Corpus Christi del año 1675 (entre el 13 y el 20 de junio).

La Orden de la Visitación

La Orden de la Visitación es una gran familia religiosa, construida por mujeres libremente consagradas a Dios, que honran a la Virgen María en su Misterio de la Visitación. Participando así en la gratuidad de su respuesta, la admiración de su alabanza y en su celo por la salvación del mundo.

Una característica de esta Orden, desde los tiempos fundacionales hasta hoy, es que aceptan a la vida monástica a mujeres de salud débil o edad madura. En los monasterios, además de las Hermanas que viven completamente la Clausura Papal, se ha conservado la figura de las Hermanas externas que pueden salir de la clausura para realizar diversas tareas necesarias para la comunidad.

Cómo entrar en la Orden

Para entrar en la Orden hay un tiempo de conocimiento previo con regulares visitas al locutorio del monasterio, al que sigue una experiencia dentro de la clausura, compartiendo la vida con las Hermanas. Es decir, desde el postulantado hasta la profesión solemne pasan al menos cinco años, años de discernimiento y de afianzamiento de la propia vocación, que permiten comprobar con la vida si la vocación salesa es la que el Señor quiere para ti y tú estás en tu corazón deseando encarnar.

Monasterios

La Orden tiene presencia en 31 países y en España cuenta con 18 monasterios. Cada monasterio es autónomo y todos se encuentran en estrecha relación de caridad a través de las Federaciones.

¿Y tú? ¿Te atreves a decir que sí al Corazón de Jesús?

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