La Virgen del Pilar es la patrona de la Hispanidad y de Zaragoza y se celebra el día 12 de octubre. Es la aparición mariana más antigua reconocida por la Iglesia.
¿Cómo se representa?
Lo más característico de la Virgen es que aparece encima de un Pilar y es de ahí de donde proviene su nombre. Toda la historia de la Nuestra Señora del Pilar gira en torno a este elemento y es sobre él donde se construyó su Iglesia.
Otro de los elementos más representativos de la Virgen del Pilar es la enorme aureola dorada que hay sobre su cabeza. El vestido que porta en la imagen es largo, abotonado hasta el cuello, y ceñido con un cinturón de hebilla. Una pieza de paño cubre su cabello casi por completo, sobre la cual se posa la deslumbrante corona. En su mano izquierda sostiene al niño Jesús y con la mano derecha agarra su ropaje.
Mantos de Nuestra Señora del Pilar
La Virgen del Pilar posee una extraordinaria colección de mantos y es que cuenta con más de 450, en distintos colores, materiales y texturas. Lo único que tienen en común es su forma y dimensión. Todos ellos son frutos del inmenso amor hacia la Virgen y fueron donados por fieles devotos a lo largo del tiempo. Según los documentos que se conservan en el Pilar, ya en 1504, la Virgen se vestía con su manto.
Al igual que tiene muchos mantos, también fue variando la manera de colocarlos. Al principio, se ponían directamente sobre la cabeza de la Virgen y más adelante se empezó a cubrir el Pilar y solamente una parte de la imagen. Sin embargo, a partir del siglo XVIII hasta el día de hoy, los mantos se colocan cubriendo únicamente el Pilar y dejando a la Virgen totalmente descubierta.
Cada día se cambia el manto y en ocasiones, más de una vez. Eso sí, muchos de ellos tienen días concretos, en relación con la festividad que se celebra, con el donante que lo regaló o con el color litúrgico que corresponda.
Hay algunos días que la Virgen no lleva manto. Estos son los 2, 12 y 20 de cada mes.
El 2, porque según la tradición la Virgen vino a Zaragoza el 2 de enero del año 40 d.C. El 12, porque la dedicación del templo fue un 12 de octubre y el 20, porque la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Pilar fue el 20 de mayo. Así pues, todos los días 2, 12 y 20, excepto el 2 de enero, 12 de octubre y 20 de mayo, se puede ver la columna sin manto.
Cabe mencionar que gracias a la proximidad que tiene el manto a la Virgen y a la columna, se le atribuye un cierto carácter milagroso. Los mantos se cedían a personas enfermas para que estuvieran así bajo protección mientras durara su dolencia y pudieran vivir de forma positiva su proceso de recuperación. De hecho, debido a la abundancia de peticiones de mantos para enfermas en siglos pasados, se crearon las cintas Medidas de la Virgen, cuya función era precisamente suplir el manto. A partir de mediados del siglo pasado, estas cintas dejaron de tener sentido únicamente para los enfermos, pasando a ser además un vínculo de unión con la Virgen del Pilar para los zaragozanos que viven fuera de la ciudad o un recuerdo para los viajeros que visitan a la Virgen del Pilar y que los protege en sus aventuras.
¿Dónde se encuentra?
Su principal centro de culto está en la Catedral Basílica del Pilar de Zaragoza, donde se conserva la columna de la aparición, que mide poco menos de 40 centímetros y pertenece al estilo gótico tardío.
¿Cómo surgió?
Su historia se remonta al siglo I, a la época posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los Apóstoles comenzaron a predicar el Evangelio.
El Apóstol Santiago o Santiago el Mayor, nacido en Betsaida, Galilea, en el año 5 a.C., hermano de Juan e Hijo de Zebedeo, le fue encomendada la misión de Evangelizar los pueblos celtíberos de Hispania, por aquel entonces dividida en las siguientes regiones, Lusitania, Tarraconesis y Bética.
Según recoge San Gregorio Magno en su Magna Moralia el apóstol Santiago, antes de partir a tierras paganas besó las manos de la Virgen y pidió su bendición, a lo que la misma respondió con las siguientes palabras:
“Ve, hijo, cumple el mandato del Maestro y por Él te ruego que en aquella ciudad de España en que mayor número de hombres conviertas a la fe, edifiques una Iglesia en mi memoria, como yo te lo mostraré”
Según se refleja en dicha copia de la Magna Moralia de San Gregorio Magno que data del siglo XIII, conservada en la actualidad en la Catedral de Zaragoza, y cuyos documentos originales datan del siglo VI, en el año 40 después de Cristo, cuando la Madre de Jesús aún vivía en Jerusalén, el Apóstol Santiago, que estaba atravesando numerosas dificultades para evangelizar España, pidió una señal para llevar a cabo su misión. En respuesta, se le apareció la Virgen a las orillas del rio Ebro, acompañada por un grupo de ángeles que transportaban una columna, y le animó a seguir adelante.
Según cuenta la historia, Santiago se encontraba con sus discípulos en aquella ciudad celtíbera llamada Caesaraugusta, donde está hoy en día la ciudad de Zaragoza. Oyó entonces Santiago, las voces de los ángeles, que cantaban Ave María, gracia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol. La Santísima Virgen, le pidió a Santiago que construyese ahí su templo. Cuando la Virgen desapareció, ahí quedó el Pilar y Santiago el Mayor y sus seguidores iniciaron la construcción de la iglesia. Desde entonces hasta nuestra era, el templo dedicado a Nuestra Señora del Pilar ha sido lugar de peregrinación para millones de cristianos.
¿Y tú? ¿Has pedido ayuda a Nuestra Señora del Pilar? Cuéntanos tu experiencia.