Nuestra Señora del Carmen

Nuestra Señora de Carmen

Historia

Una de las devociones más queridas por los fieles devotos de María Santísima es la advocación de Nuestra Señora del Carmen, cuya festividad se celebra en el día de hoy. Su origen nos conduce a tierras de Oriente Medio, en concreto, una colina desde la que se divisa el Mar Mediterráneo y sobre la cual se sitúa el Monte Carmelo, uno de los lugares emblemáticos visitados en cualquier peregrinación a Tierra Santa.

Origen

La tierra de Palestina se veía asolada por una terrible sequía, como castigo divino por la infidelidad del pueblo hebreo hacia Dios. Este fue el motivo que llevó a Elías, el gran profeta del Antiguo Testamento, a retirarse allí en el siglo IX a.C. para orar con gran fervor con intención de que el Todopoderoso aliviara la dura situación que se estaba viviendo.

Una nube

Envió a su siervo a la cumbre del monte con la orden de que mirase hacia el mar, pero éste no vio nada. El profeta le dio la misma orden hasta siete veces, siendo en la última subida cuando el siervo contempló una diminuta nube que parecía destinada a difuminarse rápidamente.

Pero no fue así, la nubecilla comenzó a crecer hasta cubrir todo el horizonte y descargar abundante lluvia sobre la sedienta tierra. Esa diminuta nube constituyó la primera manifestación de la Virgen María, representando su humildad, así como la lluvia derramada fue la acción de María sobre las almas, consiguiendo el perdón para los pobres pecadores.

Comunidad carmelita

Con el paso del tiempo, fueron apareciendo en dicho enclave eremitas que se retiraban para predicar y rezar por la venida del Mesías. De la misma forma que la nubecilla creció, la comunidad asentada en el Monte Carmelo se fue enriqueciendo con vocaciones llegadas desde Occidente a través de las Cruzadas, pero manteniendo siempre el espíritu de Elías.

El crecimiento fue tal que se hizo necesaria una cierta organización, logro conseguido con la aprobación de una Regla por parte del Papa Honorio III, en 1226. Debido a la invasión musulmana de los Santos Lugares, muchos de aquellos religiosos obtuvieron permiso para viajar a Occidente y fundar nuevas comunidades.

Nuestra Señora entrega el Escapulario

En tierra europea, la Orden era prácticamente desconocida e incluso mal vista; parecía condenada a la desaparición. El entonces General de la Orden, el inglés San Simón Stock rezaba con gran fervor a Nuestra Señora implorando por la pervivencia de la Orden Carmelita. Y Ella, que siempre escucha los ruegos de sus fieles devotos, se apareció a San Simón en 1251, entregándole el Escapulario. Una especie de pequeña túnica destinada a ser llevada sobre la vestimenta por todos los carmelitas.

Junto a dicha entrega, Nuestra Señora le ofreció una promesa: “Aquellos que mueran revestidos de este Escapulario no padecerán el fuego del infierno. Es una señal de salvación, amparo y protección en los peligros y alianza de paz para siempre”. A raíz de esa aparición de la Santísima Virgen, la Orden Carmelita ganó en importancia, dando lugar a tres grandes santos y Doctores de la Iglesia, como son Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz y Santa Teresita de Lisieux.

Tiempo después, el Papa Juan XXII recibió una promesa de Nuestra Señora en referencia a quienes llevaran el Escapulario, prometiendo rescatarlos del purgatorio el primer sábado después de su muerte. Es el conocido como privilegio sabatino. No olvidemos la importancia del sábado como día de la Virgen, por ser el Sábado Santo el día en que toda la atención se centra en Ella. Esa indulgencia plenaria fue confirmada por varios Papas como Alejandro V, Clemente VII, Pablo III, San Pío V y San Pío X.

Extensión del uso del escapulario a todos los fieles

Si bien al principio, el Escapulario se destinó para uso exclusivo de los religiosos carmelitas, la Santa Iglesia Católica quiso extender el privilegio y los beneficios espirituales a todos los católicos, reduciendo su tamaño y permitiendo su utilización por todos los fieles. Por su parte, el Papa San Pío X introdujo la posibilidad de sustituir el escapulario de tejido por una medalla que debe tener en cada una de sus caras el Sagrado Corazón de Jesús y una imagen de la Virgen.

Condiciones de las promesas del Escapulario de Nuestra Señora del Carmen

El Escapulario es un sacramental y un símbolo de alianza con Nuestra Señora. Para beneficiarse de sus privilegios, es necesario que sea impuesto por un sacerdote y se lleve siempre, incluso durante la noche. Una vez recibida la imposición con la consiguiente bendición, ésta se transmite a todos los demás escapularios que se utilicen sucesivamente. Así mismo, se requiere una gran devoción a Nuestra Señora del Carmen, que debe reflejarse en la conducta, conservando la castidad correspondiente al propio estado y recitando diariamente el Santo Rosario.

Relación con las Apariciones de Fátima

Siendo la devoción a Ntra. Señora del Carmen la más antigua advocación a la Virgen María, es notable el hecho de que en la última aparición de Nuestra Señora en Fátima, se presentara revestida como tal, plasmando una vinculación entre esa advocación y el mensaje de Fátima.

Al censurar los pecados cometidos por la Humanidad, realizó un llamamiento al arrepentimiento y a la conversión, formulando la promesa de la llegada de su reinado: “Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará”, promesa comparable a aquella nubecilla que alivió la sequía sufrida por el pueblo hebreo. Pasado, presente y futuro quedaron vinculados, con la seguridad de que bajo la protección de Nuestra Señora, la victoria de Jesucristo está asegurada.

Para conocer más, te recomendamos que veas este video:

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