Un año más, para agradecer a la Virgen la sublime gracia que supuso para los Heraldos del Evangelio su aprobación pontificia el día 22 de febrero del año 2001 por parte del Papa San Juan Pablo II, fue solicitado del Excmo. Cabildo de las Catedrales de Nuestra Señora del Pilar y El Salvador de Zaragoza, que colocasen el manto con los símbolos de los Heraldos para conmemorar tal efeméride, a lo que con gran prontitud accedió el Cabildo. Ya que el día 22 de febrero, este año, coincidía con el Miércoles de Ceniza y la Virgen debía portar un manto morado, se acordó ponerlo el sábado día 25.
El Camarín de la Virgen, ese día estaba radiante, pues el Manto de los Heraldos de terciopelo rojo, con ribetes en oro y de fondo con el escudo de los Heraldos, bordado por las finas y virtuosas manos de las Madres Clarisas de Castil de Lenzes (Burgos); todo ello adornado por los jarrones del Rey Felipe II, que se encontraban repletos de rosas blancas, el conjunto formaba un cuadro único.